La salud es un punto de encuentro en el que confluyen lo biológico y lo social, el individuo y la comunidad, lo público y lo privado, el conocimiento y la acción. Además de su valor intrínseco, la salud es un medio para la realización personal y colectiva. Constituye, por lo tanto, un índice del éxito alcanzado por una sociedad y sus instituciones de gobierno en la búsqueda del bienestar que es, a fin de cuentas, el sentido último del desarrollo.
DIOS ES EL MEDICO POR EXCELENCIA
“¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico?” (Jeremías 8:21-22).
La respuesta es: “Sí, Dios”, pero Israel no aplicaba el bálsamo, no obedecía a Dios. A pesar de que la enfermedad espiritual del pueblo seguía siendo muy profunda, podía curarse. Sin embargo, el pueblo rechazó la medicina. Dios podía sanar las heridas que se ocasionaron, pero El no los obligaría a recibir sanidad. Este lamento indica que el pueblo estuvo muy enfermo.